Los murcielagos son seres asombrosos, guardianes nocturnos de la biodiversidad, ellos desempeñan roles ecológicos fundamentales que a menudo pasan desapercibidos debido a ser activos de noche.
Además de dispersar semillas para la regeneración de los bosques, controlan poblaciones de insectos, actuando como defensores naturales contra las plagas agrícolas. Su labor de polinización, vital para especies vegetales únicas, sustenta tanto la fauna como las comunidades locales. Aunque su actividad sucede bajo el amparo de la noche, su impacto en el equilibrio ecológico de este paraíso costarricense es invaluable, asegurando la resiliencia y conectividad de sus ecosistemas.